Podólogos y enfermedades del pie

Domingo, 30 de Octubre de 2016

¿Cuándo debemos acudir a un podólogo?

¿Qué es la podología?.

Los motivos de consulta más frecuentes.

La visita con un podólogo.

¿A quién puede tratar un Podólogo?.

Tratamientos que puede proponer un podólogo.

¿Qué es la podología?

La Podología es una rama de la ciencia médica que tiene por objeto el estudio de las enfermedades y alteraciones que afectan al pie. Antiguamente a las personas que se dedicaban a la Podología se les conocía como "callistas".

Este término hoy en día ha quedado obsoleto hoy en día debido a que las competencias adquiridas por el podólogo son bastantes más amplias que al tratamiento básico de durezas o "callos". Desde 1988 la podología es una rama de la ciencia médica que se estudia en una diplomatura de 3 años (próximamente pasará a ser Grado de 4 años como adaptación al espacio europeo según el Tratado de Bolonia). El podólogo es un profesional cualificado que ha sido preparado para la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las condiciones anormales de los pies y de los miembros inferiores. Actúa también en la prevención y corrección de las deformidades de los pies.

¿Qué es un podólogo?

Toda parte del organismo humano cumple una función irremplazable, pero no todas cuentan con

un profesional especializado en su tratamiento. Nuestros pies tienen ese inmenso privilegio, y el

profesional dedicado a su cuidado es el podólogo

Los motivos de consulta más frecuentes

Las infecciones por hongos de las uñas de los dedos de los pies (onocomicosis). Su

tratamiento y curación permanente es generalmente bastante difícil por ser una infecciónrebelde, y por lo general requieren de antifúngicos orales. Sin embargo, la práctica

podológica y la eficiente utilización de antimicóticos con propiedades queratolíticas, los

cuales deben ser recetados por un médico, pueden erradicarlas.

Las onicocriptosis o encarnación de las uñas, que son muy dolorosas y pueden llegar a

provocar diversas infecciones.

La bromhidrosis, afección de la piel provocada por la descomposición de la sudoración,

provocando un característico olor fétido. El óxido de zinc es utilizado en combinación con

productos para el calzado.

El pie de atleta, cuyo nombre científico es tinea pedis o tiña de los pies. Una infección por

hongos muy frecuente, en muchos casos bastante rebelde. Comienza generalmente en los

espacios interdigitales, pero puede invadir un área más extensa. La piel afectada presenta

un aspecto macerado y puede cursar con ampollas (vesículas).

Los callos (helomas) son durezas (hiperqueratosis) en una zona superficial circunscrita,

producidas por un traumatismo repetido, generalmente a causa de una prominencia ósea o

un defecto del calzado.

La visita con un podólogo

Lo primero que hará el podólogo es una historia clínica: preguntará sobre enfermedades

generales que tenga la persona en el momento o que haya tenido en el pasado,

antecedentes quirúrgicos, alergias a medicamentos, medicación permanente que esté

tomando, antecedentes podológicos, y motivo de consulta.

Si una persona es alérgica al látex se usaran guantes de vinilo.

Si el problema es una alergia al yodo del betadine se usará otro tipo de desinfectante

como la clorhexidina si se necesita desinfectar algo durante el tratamiento.

Existen numerosas enfermedades sistémicas que afectan al pie: la psoriasis (las uñas de

los pies cambian de color, forma y dureza por lo que aparecen problemas a la hora de

cortarlas. La Psoriasis también puede llegar a afectar a las articulaciones provocando una

inflamación y una artritis psoriásica que debe ser tratada por un médico, un podólogo y un

fisioterapeuta para su recuperación.

Otra enfermedad sistémica que puede afectar al pie es la diabetes tanto la tipo I como la II:

los problemas a nivel de los pies pueden ser tan graves que pueden llegar a provocar la

amputación.

¿A quién puede tratar un Podólogo?

Es aconsejable a todas las edades realizar un revisión anual de los pies aunque no haya

ninguna molestia, simplemente para confirmar que todo está bien, aclarar dudas que se

tengan sobre el cuidado de los pies, cuál es el calzado más adecuado o cualquier otra

cuestión que se pueda presentar.

Siempre que duela un pie hay que acudir al podólogo : dependiendo de la edad puede

tratarse de un problema diferente.

Los podólogos no tratan sólo a las personas mayores.

Un podólogo puede ayudar a personas de cualquier edad: en cada etapa de la vida se pueden presentar problemas diferentes.

En los recién nacidos y durante los primeros meses de vida comprueban que el

crecimiento de las uñas sea normal y que no aparezcan problemas de encarnamiento.

En los niños el problema más habitual es el de los papilomas que se cogen en duchas o

piscinas públicas y los problemas de pie cavo o plano.

Durante la adolescencia también son frecuentes las uñas encarnadas, los papilomas y las

infecciones por hongos (pie de atleta).

En el adulto las patologías más habituales son:

las durezas en las plantas de los pies.

los problemas por una sudoración excesiva.

infecciones por hongos o bacterias.

uñas encarnadas.

pies planos o cavos que no se han tratado con anterioridad.

las fascitis plantares (dolores en el arco o en la zona de los talones de los pies).

lesiones deportivas mal curadas que sobrecargan el pie en determinadas zonas y

provocan dolores.

inestabilidad de los tobillos que provocan esguinces repetidos.

pies cansados debido a algunos tipos de trabajos o actividades.

En los ancianos el calzado que se ha utilizado, los años de trabajo, los hábitos de vida

saludables o no se reflejarán en la salud de los pies: se pierde la flexibilidad y el cuidado

de los pies se vá haciendo más difícil. Las patologías más frecuentes serán:

Las durezas, clavos y "ojos de gallo" entre los dedos debido al uso de calzado

incorrecto durante la juventud.

los juanetes, dedos en martillo, dedos en garra.

el aumento de presión en las plantas de los pies por pies planos o cavos que no se

han tratado.

Tratamientos que puede proponer un podólogo

Generalmente los tratamientos que se proponen son conservadores,no agresivos y no

duelen nada.

Se suele utilizar un instrumental muy variado que a veces puede asustar por sus

dimensiones o sus formas (a veces punzante).

Quitar la piel dura de la planta de los pies o de los dedos no es doloroso ya que lo que se

está quitando es piel muerta sin terminaciones nerviosas.

A veces incluso puede hacer cosquillas !

El tratamiento de las uñas encarnadas puede ser molesto. En ocasiones se puede utilizar

un poco de frío o anestésico en crema para poder cortar la uña clavada.

Este tipo de tratamiento se suele realizar en una sola sesión y el alivio de los síntomas es

inmediato.

En ocasiones se debe recurrir a la cirugía : uñas encarnadas, juanetes, dedos en martillo,

dedos en garra....Las molestias en el postoperatorio dependerán de cada caso y de la

técnica empleada aunque en todos los casos se sale andando